MIEL DE OTOÑO
La sequía extrema sufrida durante la primavera, limitó tanto el desarrollo de la vegetación, que los apicultores se abstuvieron de cosechar miel en esta época, dejando en las colmenas las escasas reservas que las abejas habían podido recolectar con el fin de garantizar la supervivencia de las colonias. Por contra, las abundantes lluvias al inicio de septiembre propiciaron la floración tardía del Biercol (Calluna vulgaris). Esta circunstancia junto con la suavidad del clima que disfrutaron durante todo el otoño permitió que las abejas recolectasen en abundancia el néctar de esta planta
Cosechada en octubre, fue producida por las abejas a partir de la flora propia de los terrenos de suelo ácido, característicos de la Sierra de Algairén.
Esta miel contiene mayoritariamente mielada recolectada por las abejas desde finales del verano en las encinas, y quejigos abundantes en la zona, a la que se suman néctares procedentes de todas las floraciones primaverales y especialmente el néctar procedente de la floración otoñal del Biercol
Predominan en esta miel las características propias de la miel de mielada, Color ámbar oscuro, con ligeras tonalidades rojizas aportadas por el néctar de biercol. Su aroma es malteado e intenso, y es de sabor dulce con notas saladas y amargas. Su textura en boca es suavemente grumosa a consecuencia igualmente de las aportaciones del biercol.
Al igual que las mieles monoflorales de mielada, esta miel es un alimento de alto valor biológico, con una elevada actividad prebiótica, notable efecto analgésico, y propiedades antioxidantes acentuadas, a consecuencia de su alto contenido en minerales, oligoelementos y enzimas.