Predomina aquí la recolección de mieles de mil flores de color claro, compuestas por el néctar del romero y del tomillo en diferentes proporciones. Aunque también son frecuentes la miel monofloral de romero y la miel de tomillo. En esta campaña prácticamente malogradas las tradicionales, la cosecha más abundante, será la compuesta por una amplia variedad de mieles de mil flores.

Flor de cantueso (Lavándula stoechas) Pinterest
Por encima de 1000 metros, la primavera esta a punto de alcanzar su máximo esplendor, una macedonia de flores de labiadas, se encuentra en su apogeo. Son protagonistas, el tomillo vulgar (Thymusvulgaris), el tomillo sanjuanero (Thymuszygis), la mejorana (Thymusmastichina), el cantueso (Lavándula stoechas), o las Sideritis, entre las cultivadas la esparceta (Onobrichis sativa), es la reina de la temporada, con un variado acompañamiento en el que destacan, el rosal silvestre, el espino albar, las jaras, o el gordolobo.
Se mantiene la promesa de una buena cosecha de mieles de primavera. Entre las mieles monoflorales, es segura la de tomillo, inusualmente este año, es posible que se coseche miel de cantueso que tantas veces se malogra por la escasez de lluvia y el exceso de calor.
Seguro que, serán abundantes las mieles multifloras de muy diversa composición en función de la flora predominante en los emplazamientos de las colmenas.
En jardines y huertas las abejas gozan en esta época de una abundante oferta gastronómica, está comenzándola floración las robinias y tamarices y a punto de comenzar, la del árbol del paraíso, la acacia de tres espinas, mas tarde lo harán el aligustre, el ailanto, algún tilo, y una amplia gama de árboles ornamentales más o menos exóticos, que en las huertas se solapa a la de multitud de especies adventicias, y a la de los campos de alfalfa más precoces.